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Adolescentes de vacaciones: ¿cómo despegarlos de las pantallas?

¿Cómo hacer para que los chicos no se pasen todas las vacaciones “conectados” y disfruten del tiempo libre más allá de las pantallas?

A menos que la idea para estas vacaciones sea que toda la familia (incluidos los padres) se tome “vacaciones de pantallas” sin celular, computadora ni consolas de juego, lo más seguro es que haya que negociar con los adolescentes el tiempo de uso de las pantallas. Porque como tendrán mucho tiempo libre, la primera alternativa a la que recurrirán será la tecnología, a menos que descubran otras maneras de entretenerse.

De todas maneras, aunque a los padres les parezca increíble, los chicos también se aburren de la computadora, sobre todo si ven a su alrededor posibilidades interesantes a las que pueden sumarse. Si no las ven o nadie está dispuesto a compartir con ellos, es menos probable que se cansen.

Por eso, además de ponerles límites y negociar el tiempo de uso de las pantallas en vacaciones, acercarles herramientas para que puedan desconectarse los ayudará a descubrir nuevas maneras de pasar su tiempo libre.

Aquí, algunas propuestas para poner en práctica en estas vacaciones y evitar que todo sea pantalla:

  • Como primer paso, charlar con los chicos sobre el uso de pantallas: si las vacaciones transcurren en casa, estén los padres o no, se pueden establecer horarios y uso de la televisión, la computadora, las consolas de juego, etc. Para que las pautas se cumplan, en el caso de que los chicos sean preadolescentes, se puede recurrir a la persona que los cuida y también a los sistemas de control parental, o, si ya son más grandes, confiar en ellos y pedirles que respeten lo arreglado.
  • Si, en cambio, se van de viaje establecer, por ejemplo, que dejen las pantallas cuando salgan de excursión o a pasear y que las pueden usar cuando vuelvan. En este sentido, los viajes siempre ayudan porque un paseo por el campo, una salida a la montaña o a conocer la ciudad son las excusas perfectas para disfrutar de la naturaleza y el entorno sin tecnología cerca.

  • A la hora de planear las salidas es bueno pensar en opciones más allá del cine (que es otra pantalla) e incluir actividades como paseos al aire libre, visitas a museos, obras de teatro, etc. Hay muchas opciones para los chicos en estas semanas sin colegio.
  • Y cuando cueste sacarlos de su cuarto, motivarlos con actividades deportivas que los diviertan, invitarlos al club, compartir un deporte y organizar encuentros con amigos. Si los padres trabajan pueden organizarse un día para que los chicos los pasen a buscar por el trabajo y almuercen juntos o, si se puede, pasen un rato por la oficina para compartir ese momento.
  • Los encuentros con amigos pueden ser la “estrella” de las vacaciones, pero hay que tener cuidado de que no los pasen solo con los videojuegos. Entonces, si viene un amigo hay que pautar que pueden estar un rato con los juegos de la computadora o la consola, pero que el resto del tiempo tienen que dedicarlo a otra cosa. Anticiparse y hablar con los hijos para planear de antemano las actividades que harán con sus amigos ayuda a que las pantallas no sean la primera opción.
  • Otra opción puede ser compartir con ellos esos momentos que pasan frente a las pantallas, permitir que nos enseñen los juegos que suelen jugar o compartir una serie o una película, porque también son formas de estar juntos y conocer más sobre la tecnología que manejan.
  • Como padres es fundamental saber que –aunque no parezca- lo que más quieren y necesitan los chicos es tiempo de calidad con ellos. Es decir, un buen rato junto a sus padres. Entonces, como adultos es importante que durante esos espacios de tiempo los padres se concentren en el vínculo y dejen de lado el celular, los mails, el trabajo, las obligaciones, etc.
  • Y no dejar de recordar que el aburrimiento es bueno y que pueden salir nuevas ideas de esos momentos.

eset
www.digipadres.com

Adolescentes Tecnología Psicologia, educación y familia