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Consejos para evitar la acidez en el embarazo

La acidez estomacal puede convertirse en una molestia diaria sobre todo en la última etapa del embarazo. Para evitarla o minimizarla basta incorporar algunos alimentos y costumbres, dejando de lado otros.

Esa sensación tan molesta de ardor en el estómago, conocida como acidez, es muy común durante el embarazo debido a que la gran producción de hormonas relaja los músculos del aparato digestivo. Esto hace que la válvula o anillo muscular -ubicada entre el esófago y el estómago- no cierre bien y produzca el reflujo de alimentos digeridos y de ácidos estomacales hacia el esófago.

En la última etapa del embarazo, cuando el útero ya es más grande y ejerce mayor presión sobre el estómago, la acidez puede acentuarse.

 

¿Cómo evitar la acidez en el embarazo?


Para evitar o minimizar esta molestia, en principio hay que reducir o prescindir de aquellos alimentos que por su composición producen mayor acidez estomacal y resultan irritantes para la mucosa gástrica, como por ejemplo:

  • Cítricos (naranja, kiwi, pomelo, etc.)
  • Frituras
  • Comidas grasosas (pizza, facturas, croquetas, etc.)
  • Los picantes (cebolla, pimienta, ajo, etc.)
  • Chocolate y pastillas de menta
  • Cafeína
  • Alcohol
  • Dulces y azúcar en exceso
  • Verduras de hojas crudas y salvado en exceso
  • Comidas muy calientes


También puede ayudar a evitar el reflujo de ácidos del estómago hacia al esófago y a lograr una buena digestión, la incorporación de hábitos más saludables como:

  • Aumentar de peso dentro de los parámetros que indique el médico
  • Consumir pequeñas porciones varias veces al día (hacer por lo menos seis comidas diarias) 
  • Tratar de comer despacio y masticar bien los alimentos
  • Incorporar líquidos (1 litro y ½ por día), pero entre las comidas, no mientras se está comiendo
  • Evitar el consumo de alimentos que producen acidez
  • Luego de comer deja pasar entre dos y tres horas antes de ir a la cama
  • Evitar agacharse frecuentemente, especialmente después de comer
  • Evitar la ropa ajustada, especialmente en cintura y abdomen para no ejercer presión sobre el estómago
  • Elevar la cabecera de la cama al menos 10 o 15 cm. con almohadas, colocando libros debajo del colchón o poniendo bloques de madera o guías de teléfono viejas debajo de las patas. Esto evitará el reflujo y colaborará con la digestión
  • No fumar
  • Realizar alguna actividad recomendada en el embarazo por el médico, como yoga, estiramiento, etc.


Por otro lado, calmar esa sensación de quemazón en el estómago una vez que ya se produjo es posible a partir del consumo de cierto tipo de alimentos. Un vaso de leche fría, tomar mucho líquido preferentemente frío y entre comidas, consumir pan blanco apenas tostado, optar por vegetales cocidos como zapallito, zapallo, chauchas, espárragos, alcaucil, remolacha, y consumir frutas con fibras reducidas, sin cáscara, bien maduras, crudas ó cocidas –como manzana, durazno y pera- puede contribuir a disminuir la acidez.

Si estos consejos no alcanzan para aliviar la acidez, se puede consultar con el obstetra o gastroenterólogo para que recete algún antiácido.


Asesoró: Lic. Vanesa Ini, nutricionista

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