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¿Cuándo consultar al pediatra?

¿Cuándo debemos consultar al pediatra?

Hay situaciones que se pueden resolver con un simple llamado, y otras en las que es necesario llevarlo de inmediato.

Fiebre

Cuando hablamos de temperatura, ésta es considerada normal cuando no supera los 37,5º C. De los 37,5 a los 38º C es febrícula, y más de 38º C es lo que se llama fiebre. No siempre fiebre alta (39 - 40º C) es sinónimo de enfermedad grave.

  • Cuando un niño tiene fiebre si es la primera vez, conviene llamar al médico para que nos explique que antitérmico usar y cómo.
  • Si ya tuvo fiebre en otras oportunidades, podemos darle el antitérmico habitual y observar si repite el pico de fiebre; en este último caso es necesario llamar o recurrir al médico para que lo revise. 
  • Ante un niño con fiebre lo importante es observar si al bajarle la fiebre este se encuentra de buen ánimo, es posible que no estará como siempre, pero tiene que querer jugar, hablar; y si es un bebé, ver si puede mantener su conducta "habitual".
  • Si la fiebre continúa por más de 24 hs. es necesario consultar, no importa cuántos grados de fiebre tenga, siempre hay que consultar. Esta regla es tanto para bebés como para niños. 
  • Si junto con la aparición de la fiebre, el chico se encuentra somnoliento y este estado continúa al bajarle la fiebre, hay que consultar al médico enseguida.
  • También es bueno saber que la fiebre tiene otros síntomas acompañantes, que son: decaimiento, rechazo al alimento, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor de nuca (estos últimos se evalúan más fácilmente en niños mayores de 3 años, ya que nos pueden relatar que ésto les está pasando; en los bebés es más difícil detectarlo porque los bebés no hablan). Estos síntomas que acompañan la fiebre, deberían desaparecer cuando la fiebre baja; si no desaparecen, hay que consultar al médico.
  • El rechazo al alimento mientras dure la fiebre es normal; si se prolonga merece una consulta. 
  • A veces en los niños menores de 5 años ante picos altos de temperatura, pueden aparecer convulsiones febriles (sobretodo si hay antecedentes familiares); en este caso siempre se debe consultar inmediatamente. 
  • El recién nacido es un capítulo aparte, Siempre se debe consultar de inmediato si un recién nacido tiene fiebre (+de 37,5ºC) o vómitos reiterados o diarrea.

Dificultad para respirar :

A veces los niños hacen ruido al respirar porque tienen la nariz tapada. Pero se debe llamar al doctor si:

  • el niño respira rápidamente, en especial si esto va acompañado de retracciones o de silbidos
  • si está más soñoliento que habitualmente
  • si tiene mucha fiebre 
  • tiene una tos que empeora
  • si tiene dificultad para comer 
  • si sus labios o uñas están azulados

Dolor de oídos

  • Con respecto al dolor de oído, si el chiquito tiene menos de un año, no es fácil identificarlo. Cuando les duele el oído suelen tocarse la oreja mientras lloran. Es necesario consultar para descartar una otitis.
  • En niños mayores, que se pueden expresar y explicar que les duele, se puede diferenciar si el dolor es interno, o si es del pabellón (oreja), es decir, si se trata de una otitis media o externa. La primera, habitualmente se acompaña de fiebre, y no duele al simple tacto. La segunda, generalmente no está asociada con fiebre, y duele al simple contacto por ejemplo al ponerle una una remerita, generalmente no está asociado con fiebre, y se trata de una otitis externa. 
  • Si es una otitis media, hay que consultar al médico. 
  • Si es externa, lo mejor es administrar paracetamol, y observar las siguientes 24 horas. Si el dolor continúa o es muy intenso, es necesario consultar con un especialista, quien evaluará el oído y decidirá si es necesario administrar gotas antibióticas locales. 
  • En la temporada de verano es habitual que a los niños mayores que concurren a una pileta les duela el oído, por otitis externa. En ese caso consultar al médico para que indique el tratamiento más apropiado.

 

Si le duele la cabeza:

  • Cuando al niño tiene cefalea (dolor de cabeza), lo primero que hay que ver es si tiene fiebre, porque como dijimos, la fiebre tiene síntomas acompañantes, como el dolor de cabeza y todos los músculos del cuerpo.
  • Si el chiquito solo tiene dolor de cabeza y no tiene fiebre, generalmente aparece en los de edad escolar luego de un día con muchas actividades o de un día de sol, son cefaleas tensionales. En este caso, se puede administrar el analgésico que toma habitualmente y observar qué pasa; si la cefalea continúa por 24 horas más, o bien si es muy intensa, hay que consultar. 
  • También es necesario consultar si el chico tiene un dolor de cabeza muy fuerte que hace que se despierte por la noche.

Dolor de oídos

  • Con respecto al dolor de oído, si el chiquito tiene menos de un año, no es fácil identificarlo. Cuando les duele el oído suelen tocarse la oreja mientras lloran. Es necesario consultar para descartar una otitis.
  • En niños mayores, que se pueden expresar y explicar que les duele, se puede diferenciar si el dolor es interno, o si es del pabellón (oreja), es decir, si se trata de una otitis media o externa. La primera, habitualmente se acompaña de fiebre, y no duele al simple tacto. La segunda, generalmente no está asociada con fiebre, y duele al simple contacto por ejemplo al ponerle una una remerita, generalmente no está asociado con fiebre, y se trata de una otitis externa. 
  • Si es una otitis media, hay que consultar al médico. 
  • Si es externa, lo mejor es administrar paracetamol, y observar las siguientes 24 horas. Si el dolor continúa o es muy intenso, es necesario consultar con un especialista, quien evaluará el oído y decidirá si es necesario administrar gotas antibióticas locales. 
  • En la temporada de verano es habitual que a los niños mayores que concurren a una pileta les duela el oído, por otitis externa. En ese caso consultar al médico para que indique el tratamiento más apropiado.

Caídas o golpes

  • Todos los niños, más grandes o más chicos, se caen reiteradas veces. Lo que hay que evaluar es la magnitud de la caída. Si el chico se cayó o se golpeó, no hay heridas de importancia, llora de inmediato, no hay pérdida de conocimiento, y se observa una conducta habitual, no hace falta consultar.
  • Si aparece un chichón, pero no hay ninguno de los síntomas mencionados, no es necesario consultar, pero es importante estar atento de que no se acompañe de otro síntoma.
  • Si hay vómitos luego de un traumatismo, por más insignificante que parezca, hay que consultar enseguida.
  • Si el chico se encuentra somnoliento, después de un golpe hay que consultar enseguida. 
  • Si el niño tiene dolor de cabeza después de un golpe en la cabeza hay que consultar enseguida. 
  • Si el chico tiene una herida cortante, hay que observar la profundidad de la misma y ver si sangra mucho. En ese caso, es necesario concurrir a un centro asistencial para su eventual sutura. 
  • Si la herida cortante no es profunda y el sangrado no es intenso, se debe higienizar correctamente con abundante agua y jabón, y luego colocar un antiséptico. Si la herida es superficial se puede dejar al aire libre, mientras que si la herida es profunda se debe colocar un apósito.
  • Con respecto a la vacunación antitetánica, si el niño tiene el calendario de vacunación actualizado, no es necesario administrarla, ya que la vacuna antitetánica está incluída dentro de la vacuna triple.
  • Si la vacunación está incompleta hay que concurrir a un centro asistencial para completarla, siempre. 
  • Ante una herida que no evoluciona correctamente o si se observa que tiene secreciones, es necesario consultar, por la posibilidad de que esté infectada y necesite algún tratamiento antibiótico.

Resfrío/Catarro

  • Los catarros son muy habituales en los niños. Si el bebé tiene menos de un año, y el catarro les dificulta dormir o comer, o si se acompañan de fiebre, siempre hay que consultar.
  • Si el catarro se da en niños mayores de un año, y el chico no presenta modificación de las conductas habituales, no hay fiebre ni ningún otro síntoma que nos llame la atención, se puede esperar 48 a 72 horas; si persiste en igual magnitud, consultar. 
  • Todos los catarros que se presentan con fiebre, respiración agitada, silbidos al respirar, dificultad para dormir o comer, o cualquier otro síntoma que nos llame la atención, siempre conviene consultar de inmediato. 
  • A veces los catarros se acompañan de conjuntivitis, lo que amerita una consulta para evaluar el tratamiento. 
  • Si les duele la garganta: Si es un niño grande se puede observar o dar analgésico, si persiste el dolor hay que consultar para ver su respectivo tratamiento. 
  • Con respecto a la tos, si se acompaña de secreciones es decir de mocos, hay que hacer baños de vapor. Es importante saber que la tos en los chicos es un mecanismo para sacar mocos de las vías aéreas, por lo tanto no dar antitusivos salvo que lo indique el medico. La tos puede tardar en irse cerca de 10-14 dias.

Vómitos

  • En primer lugar, en los lactantes, hay que diferenciar los vómitos de la regurgitación. La regurgitación es de poca cantidad, de leche entrecortada. En cambio los vómitos son de cantidad mayor, es como leche u otro alimento a chorro, y en reiteradas veces, se acompaña generalmente de nauseas y/o arcadas, y se observa claramente la presencia de la leche. Si se repiten, consultar inmediatamente.
  • En los chicos más grandes, si el vómito es sin fiebre y el niño está bien, hay que observarlo y es conveniente hacer una dieta liviana; si los vómitos se repiten se debe hacer una consulta al médico.

Diarreas

  • Con respecto a las diarreas, si el niño tiene un episodio de diarrea, sin vómitos ni fiebre y está de buen ánimo, es decir, que este episodio no lo altera, se puede poner en práctica una dieta como la que aparece a continuación:
    • Arroz con queso.
    • Polenta con queso.
    • Pollo o carne a la plancha o al horno, sin condimentos ni grasa, ni piel. 
    • Gelatina dietética. 
    • Manzana rallada o banana bien madura pisada. 
    • Dulce de membrillo. 
    • Quesos duros.
  • Si el niño tiene varios episodios de diarrea (más de1), o la diarrea se acompaña de vómitos o dolor de panza (cólicos), es necesario llamar al médico, quien decidirá si es necesario evaluar el estado de hidratación.
  • También es bueno saber que ante episodios de diarrea uno puede observar si ésta se acompaña de fiebre, vómitos; ante cualquiera de estos síntomas consultar inmediatamente. 
  • Cuando hay diarreas, también hay que observar que el niño orine normalmente. De no ser así, es necesario consultar enseguida. 
  • Si la diarrea se acompaña de sangre, también hay que consultar de inmediato. 
  • Ante una diarrea, es importante no dar ninguna medicación. 
  • En el caso de un recién nacido, siempre se debe consultar de inmediato si tiene fiebre, vómitos reiterados o diarrea. 
  • Hay que saber diferenciar las deposiciones normales -que son líquidas, amarillas y explosivas-, de la diarrea -que es más bien verdosa, más líquida y más aguada. Los recién nacidos son más susceptibles a contraer infecciones, por eso ante cualquier síntoma o conducta no habitual es importante consultar de inmediato.

Picaduras de insectos

  • Si el niño sufre una picadura, hay que tener en cuenta si se producen reacciones alérgicas. Si no fuera así, no hace falta hacer la consulta porque en general, remiten espontáneamente.
  • Si la picadura es de abeja o avispa, lo primero que hay que hacer es intentar sacar el aguijón; después hay que observar si aparece una reacción alérgica y en el caso de que así fuera, consultar. 
  • Si sabemos que lo picó una araña, hay que hacer la consulta. 
  • Si la región de la picadura se hincha, se pone negra o azulada, hay que hacer la consulta de inmediato.

Colita paspada

  • Si el bebé tiene la colita paspada, se puede colocar una crema para paspaduras (las mejores son las que tienen óxido de zinc en su formulación). Si la erupción no desaparece en 48 horas, consultar al médico.
  • Si la paspadura es muy intensa, o si presenta costritas, o supura, es necesario consultar de inmediato, ya que la dermatitis puede haberse infectado con alguna bacteria u hongo en cuyo caso necesitará que el pediatra indique algún tratamiento.

Mareos

  • Los mareos generalmente se dan en chicos de edad escolar. Cuando éstos suceden, lo primero que hay que verificar es que el niño no esté con el estómago vacío, es decir que el mareo no se deba a una baja de glucosa.
  • Si los mareos persisten o se repiten, es necesario consultar. 
  • Si el mareo se acompaña de un desvanecimiento, perdida de conocimiento es preciso consultar de inmediato..

Intoxicaciones

  • Los chicos siempre quieren explorar todo lo que haya en la casa. Generalmente todo lo que hay en ella les llama mucho la atención. Hay que tener especial cuidado con los productos de limpieza porque pueden tratar de ingerirlos. Si esto llega a suceder (la ingestión de sustancias tóxicas), hay que consultar inmediatamente al médico. De igual manera si el niño ha ingerido algo no comestible.
  • Si el niño ingirió algo no comestible, NO hay que darle leche ni ningún otro líquido, ni hacerlo vomitar. Tampoco hay que darle ninguna medicación y sí consultar de forma inmediata.

Erupciones

  • Siempre que haya una erupción en varias zonas del cuerpo, merece una consulta. Si no está acompañada de fiebre seguramente no se trata de una enfermedad infecciosa.
  • Si la erupción está limitada sólo a una zona y está relacionada con una picadura hay que observarla. 
  • En el caso de niños alérgicos a determinados alimentos, (y si han comido ese alimento), y aparece una erupción, es importante observar que no aparezca ningún otro síntoma. De ser así, consultar de inmediato.

Piojos

  • Si bien es raro que un chiquito de menos de dos años tenga piojos, puede ocurrir. En esa edad no se puede colocar ninguna loción, y la erradicación de piojos y liendres deberá realizarse solamente con el peine fino.
  • En cambio, en los chicos mayores de 2 años, y más aún si están en contacto con otros chicos, hay que aplicar un tratamiento para erradicarlos.
  • Si aparecen lesiones de infección en el cuero cabelludo, hay que consultar al médico.

Introducción de objetos extraños

  • Si le entra algún objeto en el oído o nariz, no hay que intentar sacarlo, a no ser que esté muy superficial. Si la mamá intenta sacarlo, lo único que logrará es que, si el chico se mueve, el objeto se vaya más para adentro, y sea mucho más difícil sacarlo. Hay que recurrir inmediatamente a un especialista para que lo retire.
  • Si el chico es más grandecito y se metió algo en la nariz, se puede pedir al chico que se suene la nariz, de esta forma, el aire puede hacer que el objeto salga por sí mismo.

Constipación

El niño al nacer tiene la característica de evacuar el intestino en forma muy variada, es decir puede hacer caca tantas veces como veces come, o ir de cuerpo una vez por día o pasar dos o tres días sin evacuar. Esta irregularidad se debe a que el intestino aún es inmaduro.

Las deposiciones del recién nacido son primero oscuras, llamadas meconio para luego hacerse blandas y amarillas.

Esta característica la conserva hasta el sexto mes de vida que con el inicio de las papillas la materia fecal cambia.

En los primeros 6 meses de vida el niño puede evacuar su intestino desde una vez por día hasta pasar días sin evacuar, por eso lo importante en esta etapa es la consistencia de la materia fecal que siempre debe ser blanda o semiblanda. Si las deposiciones presentan pelotitas duras, quiere decir que el niño está constipado.

Luego de los 6 meses el niño comienza a comer variado y la incorporación de los alimentos va en aumento.

Al año de edad el niño come ya de todo, lo que facilita la incorporación de una dieta para evitar la constipación.  Se debe consultar al pediatra:

  • Si pasan mas de 5 días y el niño no fue de cuerpo;
  • Si llora cuando evacúa el intestino, habrá que descartar que no haya lastimaduras alrededor del ano. 
  • Si con la dieta persiste la constipación. 
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