¿Depresión posparto en hombres?

Es cierto, ellos no sufren una revolución hormonal tan grande antes y después del parto, no viven esos cambios físicos y emocionales tan intensos a lo largo de nueve meses, tampoco dan a luz a sus bebés, sin embargo, pueden tener los mismos miedos que la madre, las mismas dudas, incertidumbres, preguntas rondando por su cabeza, de esas que no tienen una respuesta inmediata: “¿Seré buen padre?” “¿Podré darle a mi familia todo lo que necesita?” “¿Estaré preparado para la paternidad?” “¿Podré asumir todos mis roles?”....

Aunque a veces les cueste demostrarlo, para los hombres, el momento del embarazo, el parto y el posparto son etapas muy sensibles, las emociones están a flor de piel y se trata de situaciones muy vulnerables en las que uno está más propenso a caer en una crisis, ayudado también por el contexto social, económico y emocional en el que está inmerso.

A esto se suma que ahora la paternidad tiene una nueva dimensión, la dimensión de la emocionalidad. Hoy los padres tienen más libertad, pero también se espera más de ellos, hay más presión para que participen y se involucren desde un lugar de acompañamiento y presencia, no solo presencia afectiva sino también presencia física, que participen más de la crianza de los chicos, que les dediquen más tiempo. Esto también puede exponerlos a determinadas situaciones donde el agotamiento y las exigencias comienzan a jugarles en contra y a producirles mucha angustia, algo que suele venir acompañado de esa sensación de vulnerabilidad, de no poder con todo, tan parecida a la que sufren muchas mujeres.

Otro factor que puede influir en esta crisis paternal es la depresión posparto en la madre.  En este sentido, distintas investigaciones han demostrado que los hombres están más expuestos a sufrir depresión si su pareja está pasando por esta situación, que afecta a una de cada diez mujeres después del parto.

¿Cuáles son los síntomas de una depresión posparto en hombres? ¿Cómo superarla?

Ante una depresión, los síntomas más comunes son los sentimientos de desesperanza, la pérdida de interés, de placer en esas actividades que antes se disfrutaban, el exceso de sueño o insomnio, la pérdida de energía y los sentimientos de culpa.

En el caso de la depresión producto de ese nuevo rol que es la paternidad, es importante saber que también afecta mucho al bebé. Un padre deprimido es difícil que se siente a jugar con su hijo, que le lea un cuento, que pueda dedicarle toda la atención que necesita y que le transmita seguridad. Así como la depresión posparto en la madre influye mucho en las emociones y el comportamiento del bebé, la del padre también, y si ambos están pasando por esta situación, peor aún. Por eso es tan importante no dejarse estar ante esta crisis, reconocerla y hacer lo posible para superarla.

Como pareja es fundamental la comunicación, poder hablar de lo que está pasando, fomentar el vínculo desde la solidaridad, ayudándose mutuamente y compartiendo más momentos, porque al fin y al cabo los dos están viviendo una etapa de muchos cambios y necesitan más que nunca del sostén del otro.

Además de fortalecer el vínculo entre los dos durante el posparto, es clave reconocer la depresión a tiempo. Si las sensaciones de angustia empiezan a interferir en la crianza, en el trabajo, en las relaciones, en la alimentación y en otros aspectos cotidianos, entonces llegó el momento de buscar ayuda profesional.

Asesoró: Lic. Andrea Baldantoni, psicóloga del equipo de Hémera