Si bien puede resultar más práctico bañar a los bebés múltiples juntos, al menos en los primeros meses suele ser más gratificante para ellos que la mamá los bañe por separado, además de que también puede resultar más sencillo para ella, sobre todo si es primeriza. ¿Por qué? Según el libro Multifamilias, ideas prácticas para la crianza de gemelos, mellizos y más, el momento del baño “es la media hora exclusiva que, en lo posible, les tiene que dedicar la mamá a sus hijos múltiples (…). Es el momento que hay que utilizar para hablarles, cantarles, hacerles mimos”.

Cada bebé merece un momento de atención exclusivo y el del baño resulta ideal para fortalecer el vínculo con cada uno por separado. Mientras lo bañamos podemos mirarlo a los ojos, sostenerlo suavemente, cantarle canciones que cuenten cómo lo vamos lavando, etc. Durante el tiempo que dure el baño, el o los otros bebés pueden quedarse con el papá, la abuela o la persona que nos ayude, o en un lugar seguro como la cuna, el cochecito, una alfombrita en el piso, etc. Hay mamás que los dejan cerca para que estén más tranquilos y esta también es una “manera de anticiparle al que observa todo lo que le va a pasar a él en los próximos minutos”.

Lo más seguro es que, a medida que crezcan, se diviertan más bañándose juntos, pero mientras tanto podemos reservar este momento para dedicarle toda nuestra atención a cada uno de ellos.

Antes del baño es importante dejar todo preparado de manera de no tener que moverse a buscarlo:

• Dejar al alcance de la mano el jabón, el shampoo (si ya se utiliza), y las dos o más toallas.
• Disponer de un espacio cerca y seguro para poder cambiar al bebé cómodamente. Allí debemos dejar los pañales y la ropa que vamos a ponerle a cada uno, así como alguna cremita o producto que utilicemos para su piel.
• Llenar la bañera con agua calentita para llevar al bebé una vez que esté lista y a temperatura justa.

Fuente: Libro Multifamilias, Ideas prácticas para
la crianza de gemelos, trillizos y más