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El juego paralelo: ¿por qué mi hijo de 2 años no juega con otros nenes?

A los dos años de edad, la actividad de jugar es individual, no interactúan en función del juego y en general no comparten los juguetes, aunque pueden usarlos de manera alternada.

Sentar juntos a dos chiquitos de alrededor de dos años no es suficiente para que jueguen juntos, y esto es así porque es lo normal y esperable a esa edad, no porque "no se lleven bien" o porque sean de distinto sexo. El juego simbólico, de representación, en el que se juega al "como si" –como si este palito y esta cajita fueran un tambor, por ejemplo-, se desarrolla de manera paralela entre el año y los dos años de edad: un chico puede estar al lado del otro, pero la actividad de jugar es individual, no interactúan en función del juego y no comparten los juguetes, aunque pueden usarlos de manera alternada, porque el juego paralelo es un tipo de juego solitario aunque sea en compañía de otros.

Recién a partir de los tres años los niños descubren a los otros y pueden empezar a realizar juegos con ellos, cosa que hacen fundamentalmente imitándose. Por ejemplo, si uno está parado, se sienta de golpe en el piso y se ríe y los demás harán lo mismo.

Pero mientras tanto, durante la etapa de juego paralelo es importante no forzar a los chicos a hacer cosas para las que evolutivamente no están preparados y como padres alcanza con observarlos, dejarlos hacer y cuidar que no se peguen porque acaban de sacarles el juguete que estaban usando. En ese caso, habrá que decirles firmemente que no se pega y que tampoco hay que sacarle a otro lo que tiene en ese momento.

Tanto en el jardín como en casa, el compartir tiene que ser una de las materias a trabajar a esta edad. Incluso sabiendo que evolutivamente les cuesta –y teniéndoles paciencia por eso-, no hay que dejar de explicarles a los chicos que los juguetes se pueden compartir y que los puede usar un rato cada uno.

Un punto para que los padres tengan en cuenta, es que el deseo de los chicos no pasa por el objeto, sino que "el deseo es el deseo del otro", o sea, quieren lo que el otro quiere. Y esto se ve cuando pelean por un juguete, lo consiguen y enseguida lo dejan de lado para empezar a pelear por el que acaba de elegir el otro nene.

Así, a los padres les toca armarse de paciencia. Ya habrá tiempo para que los chicos construyan historias y armen juntos el juego, pero para que eso suceda, primero deberán jugar "en paralelo". 

Bebés Estimulación temprana y desarrollo