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Familias ensambladas

Las familias ensambladas se originan a partir del segundo matrimonio o unión de hecho, cuando uno o ambos integrantes de la pareja tiene hijos de una unión anterior.

Las familias ensambladas se originan a partir del segundo matrimonio o unión de hecho, cuando uno o ambos integrantes de la pareja tiene hijos de una unión anterior.

Es una configuración familiar no tradicional que cada vez tiene mayor peso en nuestra sociedad. La literatura sostiene que en los próximos años, pasará a ser la familia tipo en la mayoría de países occidentales. De ahí la necesidad de brindar información idónea sobre la misma a profesionales y público en general.

Son grupos familiares "donde conviven o circulan niños y adolescentes de distintos matrimonios o convivencias que conforman una red de sustento emocional y material, pero al mismo tiempo no exenta de antagonismos y conflictos".

Los estudios sobre las familias ensambladas provienen fundamentalmente del campo de la psicología, la sociología, la antropología y la socio-demografía. Estos estudios revelan que poseen una estructura y pautas de convivencia que difieren de las familias tradicionales. Sin embargo, a pesar de lo mucho que han avanzado estos conocimientos, es muy poco lo que aplica en la vida cotidiana de las familias ensambladas. Debido a ello, las nuevas parejas tratan de imitar en su funcionamiento a la familia nuclear, fracasando en el intento de lograr una familia estable.

El número de divorcios de las familias ensambladas supera el de las familias de primer matrimonio. Un alto número de estas familias, evita el divorcio y/o diversos grados de padecimiento familiar, con sólo recibir información adecuada acerca de cuáles son sus pautas de convivencia.

Una encuesta realizada por la Fundación Familias Siglo XXI en 1999, reveló que la mayoría de los niños desconocía tener algún lazo de parentesco con la esposa del padre o el esposo de la madre. Pero este desconocimiento no es privativo de los chicos, muchos adultos ignoran que nuestras leyes señalan la relación entre el padrastro o la madrastra y sus hijastros como "parientes afines" (art. 363, Código Civil), y expresan deberes y derechos, tales como la obligatoriedad alimentaria y la asistencia recíproca en ausencia de otros parientes que puedan cumplirlos (art. 368 CC). Claro, que en este sentido, las cosas difieren según la pareja haya legalizado o no su vínculo marital, quedando encuadradas bajo el cumplimiento de la ley sólo las primeras.

La falta de información adecuada hace que muchas parejas ensambladas, se creen falsas expectativas acerca de como será la vida en su nueva familia y adoptan conductas que se corresponden más a una familia integrada por padres e hijos, que a una familia donde hay un padrastro o una madrastra o ambos, un padre biológico en otro hogar o en la memoria, niños que circulan entre dos hogares, hermanastros, medios hermanos y de hecho, toda una constelación familiar diferente.

Las relaciones, en las familias ensambladas, no se dan espontáneamente como ocurre en las familias tradicionales, sino que requieren un esfuerzo de voluntad.

He aquí, algunas de las tareas que deberán realizar para alcanzar la integración de sus miembros:

 

  • Afrontar las pérdidas y los cambios. Aprender a identificar los sentimientos que los acompañan y permitir su expresión.
  • Negociar las diferentes necesidades de sus miembros.
  • Lograr acuerdos
  • Poner lentamente las nuevas reglas y costumbres.
  • Los padrastros y madrastras asumen lentamente el rol disciplinario, a medida que se consolida la relación con sus hijastros.
  • Mantener una relación "civilizada" y cooperativa con el otro hogar de los chicos respecto al cuidado de los mismos. No criticar al otro progenitor delante de los chicos.
  • Fortalecer la relación de pareja. Planificar momentos a solas para alimentar la relación.
  • Discriminar las expectativas reales, es decir, las apropiadas para las familias ensambladas, de las que se adecuan más a las familias tradicionales.
  • Darse tiempo para consolidar las nuevas relaciones familiares. Desarrollar "relaciones de a dos": cada progenitor con cada hijo, y el padrastro o madrastra con cada hijastro.
  • Todo el proceso de integración de la familia ensamblada lleva de 4 a 7 años y es más sencillo cuando hay niños pequeños. Los dos primeros son los más difíciles, luego a medida que se adquieren habilidades, es más sencillo. Los adolescentes, debido a que transitan por una etapa de su desarrollo evolutivo que implica el comienzo de su independencia, pueden no integrarse nunca, si bien, esto no es un impedimento para que establezcan buenas relaciones con los nuevos miembros de la familia. Las familias ensambladas "exitosas" están satisfechas y contentas; sienten que alcanzar la estabilidad les demandó tiempo y esfuerzo, pero se sienten recompensadas. Sus miembros han aprendido a negociar, a ser tolerantes con las diferencias, flexibles y creativos. Los chicos tienen en el hogar un modelo de pareja que se ama y se brinda cuidados mutuos. Para todos es una segunda oportunidad. 
Bebés Niños Crianza, familia y educación Psicología del niño y la familia