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¡Feliz Navidad… para todos!

El festejo del nacimiento del niño Jesús se llena de significado cuando somos capaces de pensar en las familias necesitadas y de hacer algo para ayudarlas. Además, hay que tener en cuenta que la solidaridad se aprende, como tantos otros valores, en casa.

Para estas fechas, muchas ONG’s ofrecen propuestas organizadas para “dar una mano”, pero si nos enteramos tarde o nos parece complicado, siempre hay opciones para ayudar que pueden estar a nuestro alcance:
 

  • No es bueno acostumbrar a los chicos a acumular mucho más de lo que necesitan –no sólo porque los placares ya no dan abasto- y, por eso, una buena estrategia es plantearles que cada vez que entra en casa un juguete nuevo, sale otro que ya no usen. Antes de Navidad, se puede hacer un trabajo con ellos seleccionando los juguetes para dar, limpiándolos, arreglándolos si hace falta y se puede y hasta envolviéndolos para regalo. Muchas parroquias se ocupan de recoger y repartir estos presentes, aunque hay que estar al tanto de que algunos hospitales –el Garrahan, por ejemplo- sólo recibe juguetes nuevos por un tema de higiene y para evitar exponer a sus pacientes que tienen bajas defensas.
  • El cambio de la ropa de invierno por la de verano es un buen momento para “hacer desfilar” a los chicos y descubrir la ropa que ya no les queda. Lavarla, arreglarla y empaquetarla para acercarla a alguna fundación en Navidad es una buena idea para pensar en el arbolito de los que menos tienen.
  • Comprar el pan dulce en alguna fundación en vez de en la panadería de enfrente o las tarjetas en una ONG en lugar de en la librería más próxima también es una forma de ayudar y puede darle una mayor trascendencia al festejo de Navidad.
  • Ser solidario no es sólo dar objetos materiales: si sabemos de algún conocido que está solo y que no tiene con quién pasar las fiestas, invitarlo es, sin duda, un acto de solidaridad.
  • Otra opción: cuando se reúnen muchos a festejar en una casa se puede pedir como “entrada” un alimento no perecedero, un libro de cuentos, útiles escolares, etc. para que de ese festejo quede una bolsa para donar a una institución que lo necesite.


Esta Navidad, buscá la manera de ser una familia solidaria para darle algo a los que tienen poco y, también, para darles a tus hijos un aprendizaje que no tiene precio.

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