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Jugar con burbujas

Jugar con burbujas es superdivertido para los bebés y para los niños. Además es una actividad que ayuda a fortalecer los músculos de la boca, por lo que es recomendable si hay alguna dificultad en la pronunciación.

A los niños desde bebés les llaman la atención las burbujas y es un juego muy divertido para ellos.

Para jugar en casa, se pueden armar burbujeros de formas distintas usando alambres recubiertos de plástico (que también pueden comprarse de distintos colores); crear burbujeros redondos de distintos tamaños o con formas varias: en forma de corazón, rectangulares, con forma de 8, de triángulo, etc. y cuando los niños ya saben hablar preguntarles qué forma cree que tendrán esas burbujas.

También los chicos pueden fabricar su propio burbujero gigante con una botella de agua o de gaseosa de plástico: cortar el pico y parte del cuerpo de una botella de plástico (se sopla por el pico y la burbuja se forma en el cuerpo de la botella, cuyo borde conviene forrar con cinta plástica).  Una idea: si a la mezcla de agua y detergente se le agrega témpera… ¡las burbujas serán de colores!

Jugar con pompas de jabón ayuda a fortalecer los músculos de la boca, por lo que es recomendable si hay alguna dificultad en la pronunciación y como es una actividad divertida y estimulante, podés proponérsela a tu hijo: con un vaso con detergente diluido en agua. Pueden analizar juntos cómo hay que mojar el burbujero y cómo hay que soplar (fuerte, despacio, de cerca, de lejos) para obtener mejores burbujas.

También se pueden usar objetos que permitan hacer burbujas y otros que no: tu hijo puede pensar con cuál cree que van a poder producir burbujas y con cuál no y por qué. Podés ofrecerle embudos, ruleros, pajitas, coladores y toda clase de objetos de la cocina. Juntos, pueden armar un cuadro para clasificar los objetos que sí producen brujas y los que no.

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