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La alimentación para una piel perfecta

Lo que comemos afecta nuestra salud y, también, nuestra estética: una piel hermosa, hidratada y luminosa tiene mucho que ver con lo que se prepara en la cocina. Aquí, una guía para hacer las compras pensando en la belleza de la piel.

Cada 28 días, la piel se renueva, y las células epidérmicas que ocupan el lugar de las viejas vienen con la calidad que les confieren los alimentos que ingerimos: por eso, una dieta que les provea todos los nutrientes necesarios puede dar como resultado una piel perfecta.

Carnes magras rojas y blancas –más de las segundas-, huevos, lácteos descremados, cereales, legumbres y frutos secos forman la “canasta básica” de una alimentación y, por lo tanto, de una piel saludable. Además, la hidratación es fundamental, y se logra bebiendo entre dos y tres litros de agua al día, comiendo frutas y verduras frescas y evitando el alcohol, que produce deshidratación, así como el café y el tabaco, que deterioran la calidad de la piel por ser un aporte de sustancias tóxicas.


¿Qué elegir para cada comida?


Desayunos y meriendas: infusiones con leche descremada, licuados de frutas con leche descremada, jugos de frutas recién exprimidas o un vaso de leche descremada –puede ser con canela- son las mejores opciones para beber a la hora del desayuno y de la merienda. Para comer, puede ser yogures descremados –con unas pocas frutas secas-, tostadas de pan integral, galletas de arroz con mermelada diet y queso blanco, etc.


Almuerzos y cenas: carnes a la parrilla o al horno con ensaladas y/o budines de verdura, guisos de legumbres con verduras sin freír y sin aceite, ensaladas con legumbres frías, vegetales rellenos con carne magra, arroz o puré de otras verduras, milanesas al horno, pastas con salsas light, etc.

Entrecomidas: fruta, gelatina dietética, licuado de fruta con agua y edulcorante, 1 postrecito light, 1 yogur descremado con frutas o müesli, 1 barrita de cereal, etc.

Si el médico lo sugiere, cuando se lleva adelante una vida muy activa o estresante o se tiene alguna necesidad específica, siempre se puede complementar la alimentación con cápsulas de vitaminas y/o minerales. Por ejemplo el déficit de hierro, que suele ser una de las causas de la excesiva palidez del rostro, puede tratarse con una alimentación adecuada y un suplemento nutricional indicado por el médico.

Las “ayudas externas”, por supuesto, son útiles, pero no siempre se trata de recurrir a la cirugía o gastar fortunas en cremas y tratamientos. Algunas preparaciones caseras pueden ser muy buenas:

  • Los baños de algas (con 40g de polvo por baño) producen una gran movilización de toxinas y son anticelulíticos por el alto contenido en yodo de las algas.
  • La palta es muy útil como antiarrugas y tiene un gran poder nutritivo: el puré de palta se aplica directamente sobre la piel y está especialmente indicado para la piel de las piernas, cuando se seca y aparece como “escamada”. 
  • Una máscara de yogur natural y miel, que se puede aplicar con un pincel sobre el rostro, es humectante, refrescante y nutritiva. 
  • Los duraznos bien maduros pisados y aplicados sobre el rostro –se dejan 10 minutos y se retiran con agua- son excelentes para el cutis seco. 
  • Para la piel seca también es muy buena la máscara de banana, miel y yogur (1 banana pisada con 1 cucharada de yogur y 2 de miel tibia). Se deja 20 minutos y se retira con agua. También es adecuada para las piernas. 
  • Para la piel grasa se puede preparar una buena máscara con el jugo de un limón, la ralladura de su cáscara y una clara de huevo batida a nieve. Se deja actuar durante 20 minutos y se retira con agua tibia.

Para acelerar la renovación de la piel del cuerpo y antes de aplicar cremas o máscaras nutritivas, siempre conviene hacer una exfoliación con arroz integral molido (se pone crudo en la licuadora y se le da sólo unas vueltas) con yogur cultivado y unas hojitas de menta. Se deja reposar un día entero en la heladera y se utiliza por completo, sin conservar los restos.