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Parto de nalgas: ¿qué relación hay con la displacia de caderas?

La displasia del desarrollo de la cadera es una enfermedad tan antigua como la humanidad misma, y es causante de grandes trastornos e incapacidades en la articulacion del cuello del femur con la pelvis (cadera) en las personas que la padecen.


La displasia del desarrollo de la cadera (que incluye a la llamada luxacion congénita de cadera), es una enfermedad tan antigua como la humanidad misma, y es causante de grandes trastornos e incapacidades en la articulacion del cuello del femur con la pelvis (cadera) en las personas que la padecen.

Cualquier médico de atención primaria puede llegar a diagnosticar este problema y orientar a los padres del bebé en cuanto a su manejo.

El término displasia (del griego dys que significa mal y plássien, modelar) hace referencia a la presencia de una serie de anormalidades en la conformación de la articulación del femur con la pelvis, que ocurre desde edad temprana y abarca desde formas muy leves, sólo detectables por radiografía, hasta la más severa, la luxación, que es la salida de la cabeza femoral de la cavidad que la aloja en la pelvis, y que si no es tratada adecuadamente puede dejar limitación de la capacidad funcional de la cadera con claudicación de importancia variable, dolor articular y deformidad en pelvis y columna.

Su causa es desconocida, y aparece por una multiplicidad de factores, tanto maternos como externos, y son estos últimos los más susceptibles de modificar. Es de suma importancia el diagnóstico precoz. Entre los factores de riesgo presentes en la probabilidad de padecer la enfermedad y vinculados a la atención del parto se destaca:
 
La presentación pelviana

La perturbación en esta presentación complica la mecánica del parto, porque al ejercer presiones sobre la articulación de la cadera completamente flexionada predispone a un aumento de la displasia en su desarrollo. Hay un predominio del lado izquierdo que está condicionada por la ubicación de los niños en presentación pelviana, en su mayoría del lado izquierdo, que hace contactar su articulación el promontorio de la pelvis de la madre, que actúa favoreciendo la luxación de la articulación. (Hay trabajos de referencia).

Recientes publicaciones precisan el riesgo según el sexo (4.1/1000 varón , 19/1000 mujer ) , la existencia de antecedentes familiares ( 5.4/1000 varón , 44/1000 mujer ) y la presentación de nalgas ( 26/1000).

Entre los factores de riesgo posteriores al nacimiento está totalmente contraindicado sujetar a los niños por ambos miembros inferiores en extensión en el momento del nacimiento, maniobra supuestamente en desuso por los obstetras, pese a lo cual es conveniente hacer énfasis en ello para su erradicación definitiva.
 
Las maniobras de versión externa entre otras condiciones requieren una pelviana completa.

La variedad incompleta es de alto riesgo para su atención vaginal.

 
Parto