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Plagiocefalia: cabeza achatada

Desde que la Sociedad Americana de Pediatría recomendó la posición de boca arriba para prevenir el Síndrome de muerte súbita, algunos bebés tienen la cabeza achatada.

Desde que en 1992  la Sociedad Americana de Pediatría recomendó la posición de supino, es decir boca arriba, para prevenir el Síndrome de muerte súbita del lactante, su incidencia ha disminuido en todos los países en los que se ha realizado este cambio postural. Sin embargo, nos estamos encontrando ante un efecto secundario por dormir boca arriba, que es la plagiocefalia posicional, también llamada “cabeza chata”.

La plagiocefalia se manifiesta cuando la cabeza del bebé está siempre en la misma posición mientras duerme.

Como el cráneo del bebé es muy blando, puede ocurrir una deformación causada por la fuerza de gravedad (la presión que ejerce el peso de la cabeza). La parte de la cabeza que siempre apoya sobre el colchón (el costado o la parte posterior de la cabeza) puede achatarse.

Muchos padres se preocupan por este tema a pesar de que casi siempre se soluciona naturalmente y no se produce ningún daño en las funciones cerebrales o del desarrollo. Se debe recordar a los padres que la “cabeza chata” puede prevenirse.
 

La Plagiocefalia posicional comienza a manifestarse a partir de las 6 semanas de edad del niño, alcanza su máximo desarrollo a los 4 meses y luego, de manera muy lenta, va involucionando hasta que, a los 2 años, la mayoría de los casos presenta una resolución espontánea.

A los bebés les agrada observar objetos cuando están despiertos. Por esta razón, giran su cabeza en dirección al objeto o la situación que les interesa. Para prevenir la plagiocefalia se recomienda colocar al bebé boca arriba para dormir, y cambiar alternativamente la posición de su cabeza cada día. 

Cuando se observa una Plagiocefalia:

  • Colocar al bebé alternativamente en diferentes extremos de la cuna (un día en la cabecera, otro día a los pies de la misma). El bebé puede observar la habitación en cualquiera de las posiciones, pero su cabeza no estará siempre apoyada en el mismo lado ya que la colocará hacia el lado en que escucha ruidos.
  • También se puede colocar un móvil del lado de la cuna que se desea que el bebé observe.
  • Mientras está despierto, colocarlo sobre el piso (con una manta o alfombrita abajo, si lo desean), boca abajo, a partir del tercer mes de vida. Esta actividad física, bajo el cuidado de un adulto, favorece la libertad de sus movimientos, medida que permitiría disminuir la plagiocefalia.

Finalmente, alrededor del quinto mes el niño empieza a girar y durante el sueño, si bien lo acostamos boca arriba, es posible que lo encontremos boca abajo o en otra posición distinta: eso no debe preocuparnos ya que el bebé ha crecido y es capaz de moverse por sí solo.

Las radiografías y tomografías del cráneo solo se deben solicitar ante la duda diagnóstica frente a una craneosinostosis o cuando hay empeoramiento de la forma de la cabeza a una edad en la cual la plagiocefalia tendría que comenzar a mejorar.

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