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¿Puede ser perligroso para los chicos participar en un reto viral?

Hay retos en internet cuyo fin es promover una buena causa. pero hay otros que son peligrosos.

Retos con buenos resultados

 

Es tal la variedad de retos que se han vuelto virales en el último tiempo que algunos han llegado incluso a atrapar a grandes estrellas del espectáculo, el deporte y hasta políticos en carrera, pero priman aquí los más inofensivos. Probablemente muchos recuerden el Ice Bucket Challenge, que consistía en lanzarse un balde de agua con hielo encima para concientizar acerca de la Esclerosis Lateral Amiotrófica y al que se sumaron celebridades del mundo del espectáculo, la música y el deporte, entre otros. No solo perseguía aquí una buena causa, sino que se registró además un aumento en el número de donaciones a la Asociación ALS y se multiplicó el número de donantes (alcanzando un total de $115 millones de dólares para invertir en investigación y desarrollo). 

Sin embargo, no todos los retos virales gozan de tan buena fama y resultados. Ciertos desafíos absurdos han ganado terreno entre los más chicos, y es aquí cuando supervisar la actividad de los menores en las redes, muchas veces inocente o descuidada, se vuelve de especial importancia. 


Retos peligrosos

Sin embargo, no todos los retos virales gozan de tan buena fama y resultados. Ciertos desafíos absurdos han ganado terreno entre los más chicos, y es aquí cuando supervisar la actividad de los menores en las redes, muchas veces inocente o descuidada, se vuelve de especial importancia. 
En el 2016, comenzó a popularizarse un reto conocido como One Finger Selfie Challenge, que consiste en posar frente a un espejo sin ropa, cubriendo únicamente las zonas íntimas con un dedo ubicado frente al lente de la cámara de forma estratégica para lograrlo. Todavía hoy siguen publicándose imágenes de usuarios que mantienen viva la tendencia. 
Pero este es solo un ejemplo de esta clase de retos que encontramos en redes sociales. Probablemente, para los jóvenes que se suman al desafío no se trate más que de un juego divertido que replican tanto ellos como sus compañeros, y que, de todas formas, podrá ser eliminado eventualmente. Sin embargo, es importante dejar en claro que todo lo que se sube a Internet queda allí almacenado, como mencionamos en nuestro artículo sobre jóvenes egresados, y que la privacidad en estos sitios es vulnerable, y en ocasiones vulnerada.


Privacidad de perfiles

Además, muchas veces estos perfiles están abiertos al público, gracias a una débil configuración de la privacidad, pudiendo acceder a su contenido todo aquel que cuente con el nombre del usuario, o incluso partiendo del # que da nombre al reto en cuestión. Es así como, subir este tipo de imágenes, puede no solo resultar perjudicial para los jóvenes proyectando su futuro, sino que representaría también un peligro mayor, al no conocer quién está del otro lado de la pantalla visualizando las mismas, muchas veces con acceso a otros datos que también se hacen públicos desde estas cuentas (como pueden ser ubicación en tiempo real, lugares que visitan recurrentemente, información de la escuela a la que asisten, entre otros). 


Y una vez más, debemos hablar de porqué se llevan adelante estos retos. Surge como protagonista el Like, tan valioso a determinada edad que la popularidad que otorga al usuario detrás de la cuenta se replica muchas veces en la vida real. Aquí se volverá de especial importancia entablar un diálogo con los menores, para transmitirles lo valioso que es cuidar su privacidad, tanto en el mundo real como en el digital.
Y así como puedes no haber oído hablar de este tipo de retos virales, tal vez sí estés al tanto de otros que han dado que hablar y representan otra clase de peligros para niños y adolescentes, entre ellos: Bird Box Challenge, el desafío de la Ballena Azul o el reto de Momo. 

 

                                                                                                                                               Por Digipadres
 

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