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Quiero mi cuerpo de antes

Ya durante el embarazo y después, luego del parto, se opera una transformación en la psique femenina que no deja de tener su correlato en el cuerpo.

"Quiero mi cuerpo de antes!!!"
 
Cambia, todo cambia” ... ...dice la canción, y es verdad.
No creamos que lo que nos pasa durará para siempre. En lugar de añorar el pasado, busquemos alguna salida: la Gimnasia y el trabajo de reflexión grupal es una de ellas.

¿Esta soy yo?

Ya durante el embarazo y después, luego del parto, se opera una transformación en la psique femenina que no deja de tener su correlato en el cuerpo.

Dicho con más sencillez: esa gordita con la que nos encontramos, no se parece a nosotras. ¿Cómo podemos hacer?

No se trata de trucos de belleza, ni de matarse de hambre, sobre todo porque la lactancia lo impide, creo desde mi experiencia personal y profesional que se trata de hacerle un lugar a la diferencia.

Eso que nos pasa, esa extrañeza con nosotras mismas, que no somos ni embarazadas, ni gordas, ni flacas y nos sentimos invadidas por las estrías, es lo esperable que suceda. Si no estuviéramos así ¨raras¨ sin poder hacer propio ningún cumplido, y descreyendo de todos los ¨estás bárbara!!!¨, el bebé no existiría.

La naturaleza es sabia. Necesita que nos quedemos cerca de nuestro hijo, que pensemos más que él que en otra cosa por un tiempo, por eso nos invita a cambiar paulatinamente para reestablecernos luego de un tiempo prudencial, y volver al mundo nuevamente.

¿Cómo mejorar?

Si bien no es necesario que respondamos inmediatamente a los cánones de belleza vigentes, sería bueno poder sentirnos cada día un poco mejor.

Mi propuesta es continuar la gimnasia iniciada en el embarazo -si es posible con el mismo grupo- o iniciar una actividad de Post-parto si es que ya tenemos el alta y nos sentimos físicamente bien.

La actividad donde coordino el tiempo de Reflexión, es una propuesta que integra la gimnasia, específica para la etapa puerperal, y una momento donde se trabajan las emociones.

No tiene un fin terapéutico ya que cada mujer puede tener o no su tratamiento individual, pero es terapéutica en sí misma.

Las mamás vienen con sus bebés, que dejan afuera al cuidado de una persona de su confianza, y se distienden en lo que es el inicio de la recuperación de los espacios personales; ya sólo eso sirve, para que el esfuerzo de asistir al grupo valga la pena.

Comenzar nuevamente a hacer algo sin el bebé. Desplazarse solas por el salón, estirarse, desperezarse y volver a sentir cada órgano y cada extremidad en su lugar, puede ser una experiencia muy placentera. Y luego de la relajación reunirse en ronda, mirarse, escuchar a las otras que comparten -mes más mes menos- situaciones y sentimientos similares, es muy productivo.

Tenerse paciencia

Muchas mujeres intentan volver inmediatamente al ritmo de antes, regresar a su gimnasio de ¨solteras¨ puede ser una tentación, sin embargo el cuerpo está, aún luego de finalizado el embarazo, sufriendo cambios que deben ser respetados y acompañados con tranquilidad.

Los rebotes excesivos, los espejos por todos lados, otras personas en etapas diferentes con las que no nos es posible compartir nuestra experiencia más importante, no suelen ser el marco ideal para esta etapa.

Darse tiempo, plantearse objetivos internos y propios, no escuchar más al entorno que a una misma, sería la salida ideal para enfrentar esta etapa con singular optimismo y salud.
 

Lic. Adriana Penerini
Directora Editorial
 
  


 

Postparto y puerperio