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Trombosis en el embarazo

Si bien las mujeres embarazadas que padecen de trombosis generalmente tienen un embarazo sano, pueden presentar ciertas complicaciones. Las mismas tienen que ver con cambios normales en la coagulación sanguínea, que limitan la pérdida de sangre durante el pre-parto y el parto.

¿Qué es?

La trombosis es un coágulo que se forma en el interior del vaso sanguíneo. Quienes la padecen, suelen ser propensos a la formación de coágulos en la sangre, lo que puede deberse a que sus organismos producen cantidades excesivas de algunas proteínas o cantidades demasiado bajas de proteínas anticoagulantes – que limitan la formación de coágulos -.

Síntomas

En general, quienes padecen esta enfermedad no presentan síntomas.
En algunos casos aparece hinchazón y dolor en el tobillo, pierna y muslo. También puede aparecer un poco de fiebre.

Clasificación

  • Trombosis hereditarias: son las más comunes, que se heredan por los genes de uno o ambos padres. Estas trombofilias se denominan según la proteína defectuosa, que normalmente evita la coagulación. Otras deben su denominación al tipo específico de alteración genética.
  • Trombosis adquiridas: tienen que ver con un problema inmunológico desarrollado a lo largo de la vida. Corresponden a un grupo de anticuerpos que alteran el proceso de coagulación.
  • Trombosis complejas: surgen a partir de un componente hereditario y un factor de tipo ambiental. Corresponden a una alteración metabólica que afecta la coagulación.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad son los siguientes:

  • Reposo en cama.
  • Fumar.
  • Fracturas.
  • Haber dado a luz durante los últimos seis meses.
  • Obesidad.
  • Algunos medicamentos – como estrógenos y píldoras anticonceptivas –.

Diagnóstico

Se realiza a través de análisis de sangre. Según los casos, puede solicitarse también una ecografía u otras pruebas de diagnóstico por imágenes.

Riesgos en el embarazo

Si bien las mujeres embarazadas que padecen de trombosis generalmente tienen un embarazo sano, pueden presentar ciertas complicaciones. Las mismas tienen que ver con cambios normales en la coagulación sanguínea, que limitan la pérdida de sangre durante el pre-parto y el parto.

Durante el embarazo, la trombosis puede llevar a las siguientes complicaciones:

  • Pérdida del feto: puede suceder al finalizar el primer trimestre – aborto espontáneo – o durante el segundo o tercer trimestres – nacimiento sin vida -.
  • Desprendimiento de placenta: puede ser un desprendimiento parcial o total de la pared uterina antes del parto. Esto puede causar una hemorragia intensa, poniendo en peligro la vida tanto de la madre como del bebé. 

Tratamiento para embarazadas

Cuando se trata de una trombosis superficial, el tratamiento consiste en colocar el miembro en una posición elevada y comprimir la zona con medias especiales o vendas elásticas. Según el caso, puede recomendarse también la toma de aspirinas.

En cuanto a las trombosis profundas, se suministran medicamentos anticoagulantes del tipo de la heparina, en principio en forma intravenosa y luego subcutánea. Los fármacos en cuestión no atraviesan la placenta, por lo que son seguros para el bebé.

En algunas ocasiones –aunque no es lo común– el coágulo circula por la sangre y se localiza en el pulmón, generando una embolia pulmonar. Estos casos incluyen tratamientos más complejos, generalmente quirúrgicos.

Prevención

Hay algunos métodos que pueden implementarse para evitar padecer esta enfermedad:

  • Evitar permanecer de pie durante muchas horas. Si es necesario, utilizar medias de compresión.
  • Evitar trabajar en ambientes con altas temperaturas.
  • En el caso de permanecer sentado durante mucho tiempo, movilizar el tobillo realizando ejercicios circulares para activar la circulación de la sangre.
  • Evitar sentarse con las piernas cruzadas –debido a que disminuye aún más el retorno venoso-.
  • Es fundamental realizar ejercicios físicos, especialmente natación.
  • Implementar al menos una caminata diaria.
  • Evitar una alimentación rica en calorías y muy salada. 
  • Las mujeres que toman anticonceptivos, deben evitar el consumo de tabaco, ya que esta asociación aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
  • Al dormir, procurar levantar los pies dejándolos más elevados que el corazón. 
  • Evitar las prendas de vestir o calzados muy apretados.

 

 

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