Características del bebé: 1 semana

Puede que en estos días se le caiga el cordón umbilical y ya puedas bañarlo sumergiendo su cuerpito (lo ideal es esperar dos días después de la caída del cordón). Mientras tanto, para evitar que el cordón se moje, podés usar una esponja o toalla chica humedecida con agua tibia y jabón para higienizarlo.

No dejes de salir con tu bebé, él ya puede hacer paseos cortos y lo mejor es que sean al aire libre (sin exponerlo a cambios bruscos de temperatura), evitando espacios cerrados o con mucha gente y bullicio.

Sueño: Es muy importante que acuestes a tu bebé boca arriba (aunque sea de los bebés a los que le gusta dormir boca abajo) porque esta es una de las maneras de reducir los riesgos del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, y que si lo dejás al cuidado de otra persona también sepa que debe acostarlo en esa posición y no en otra. Siguiendo estas sugerencias para minimizar riesgos, lo ideal es que en la cuna o moisés donde duerme tu bebé no haya juguetes o almohadas.

Si duerme en un moisés y todavía no compraste la cuna, te sugerimos esta nota con consejos para encontrar la opción perfecta.

Por qué llora: ¿Se acerca la noche y tu bebé no para de llorar? Si bien existen diferentes teorías, no se sabe exactamente por qué el bebé llora más al atardecer, pero puede tener que ver con que la mamá está más cansada y esto a veces repercute en la producción de leche materna, disminuyéndola. En esta situación, unos brazos prestados para hacerle upa te vendrán de maravillas: el papá, la abuela, una tía o amiga que pueda quedarse con el bebé mientras descansás un ratito, preparándote para la noche, puede ser la salvación. 

Mamá: Si le estás dando el pecho a tu bebé, tal vez aún te sientas una “inexperta”, pero pronto notarás que cada vez es más fácil, o menos difícil. A veces, si hay dificultades como grietas en el pezón, que el bebé se quede dormido al tomar el pecho, etc., cambiar de posiciones puede ayudarte.  En nuestra sección de lactancia encontrarás más información al respecto, y, si tenés otras dificultades, no dudes en consultar a una puericultora o a fundaciones o asociaciones que promueven la lactancia materna como Fundalam, donde te brindarán el asesoramiento que necesites para lograr una lactancia exitosa.