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Cómo planear las vacaciones con bebés y niños

Para organizar un buen viaje con chicos, la anticipación es la clave. Pensar bien el destino, elegir un buen lugar donde alojarse, revisar la documentación, son todas cosas que llevan su tiempo. A modo de guía, les contamos qué necesitan para organizar las próximas vacaciones con sus hijos.

¿Decididos a pasar unas vacaciones fuera de casa en familia? Entonces, llegó el momento de organizar esta aventura de manera que salga lo mejor posible y toda la familia pueda disfrutarla.

Mientras se trate de lugares donde se pueden cubrir todas las necesidades de un niño no hay impedimento alguno para llevar a los chicos a cualquier destino. Lo que sí es fundamental es que no sea un destino con temperaturas extremas, y si el bebé es muy pequeño, que el recorrido no sea tan extenso.

Durante la búsqueda lo ideal es mirar foros y blogs de viajeros en los que abundan las recomendaciones varias y superprácticas sobre diferentes destinos, hotelería, casas en alquiler, etc. Además, las oficinas de turismo y las Casas de las Provincias, en la Argentina, también ofrecen mucha información y datos útiles sobre rutas, transportes, alojamientos y demás.

Una vez decidido el destino, hay que buscar un buen alojamiento. Aunque el plan sea elegirlo estando ya en el lugar, lo mejor es tener reservado de antemano un sitio donde pasar una o dos noches después del viaje, porque llegar sin hospedaje y dejarse llevar por el agotamiento y el llanto del bebé o los chicos cansados, puede hacer estragos (y ni hablar si hay poco para elegir).

Estar cerca es la clave, cerca de la playa, del centro comercial, de un centro de salud, de los lugares de entretenimiento, porque estando solos caminar diez cuadras desde el hotel hasta la playa no es un problema, pero con bebés y niños, la cosa cambia.

Como seguro habrá días en los que llegarán agotados de la playa o de un paseo y en los que ir al restaurante del hotel o salir a cenar parecerá toda una odisea, elegir un alojamiento con cocina y heladera puede ser la salvación, aunque más no sea para preparar una simple papilla.

Televisor en el cuarto, Internet (a menos que se trate de unas vacaciones libres de pantallas) playrooms, plazas blandas, juegos varios y piscinas son más que bienvenidos, sobre todo porque en los días de lluvia, o en las horas de sol intenso, los chicos tienen donde entretenerse.

Además de disponer de buenos lugares para divertirse, hay que estar atentos a las medidas de seguridad: si la idea es alojarse en casas o cuartos con escaleras y balcones, tratar de prever que cuenten con las protecciones correspondientes.

Y al viajar con bebés, tampoco hay que olvidarse de averiguar con anticipación si es posible disponer de una cuna en el lugar.

 

El itinerario


Un buen itinerario para viajar con niños, tiene ciertas claves:

  • Para evitar el traslado de valijas y niños de un lado al otro, lo ideal es elegir un solo destino donde parar y de ahí moverse hacia puntos turísticos cercanos, evaluando el medio de transporte más cómodo.
  • No planear itinerarios muy exigentes, hacerlos más flexibles y organizar buenos momentos de descanso. Con niños o sin niños, nunca está bueno llenarse de actividades todos los días y terminar las vacaciones más agotados que al comienzo.
  • Darse un par de días para aclimatarse. Así como a los adultos puede llevarles dos o tres días, a los chicos les lleva entre cuatro o cinco días adaptarse al cambio.
  • Durante el viaje tratar de parar para descansar un poco al aire libre.
  • Coincidir con una familia amiga que tenga niños de más o menos la misma edad es salvador, tanto para los padres como para los niños. Para ir probando a ver si funciona pueden intentar primero con un fin de semana largo “experimental” en grupo.
  • Ver cómo evitar mareos y descomposturas durante el viaje

Para preparar antes de viajar


Riesgo sanitario: otro aspecto a evaluar es el riesgo sanitario, es decir, el estado sanitario del destino, si hay o hubo recientemente brotes epidémicos. En la página de la Organización Mundial de la Salud hay buenos datos para tener en cuenta y también en la página del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades hay un mapa muy útil en el que, marcando el destino, informan sobre las condiciones sanitarias, medicamentos que conviene llevar, etc. 
 
Vacunación: hay destinos que requieren algunas vacunas en particular que pueden ser obligatorias o recomendadas. Por eso, antes de viajar hay que consultar con el médico. Tal vez el bebé no tenga la edad mínima para recibirlas o tal vez haya que ponerse al día con el calendario oficial y esta sea la oportunidad perfecta para hacerlo. Lo mejor es hacer la consulta con uno o dos meses de anticipación, porque se necesita tiempo para que las vacunas generen anticuerpos una vez aplicadas. Por ejemplo, la vacuna de la fiebre amarilla debe ser colocada diez días antes de viajar. 
 
Chequeo médico: una consulta médica completa antes de partir es lo ideal. Y también es parte de la prevención llevar anotados el grupo sanguíneo de cada integrante. Si el viaje es a algún lugar exótico, conviene llevar el itinerario a la consulta con un médico especialista en medicina para el viajero (con escalas, destinos, etc.) para que él pueda evaluar si hace falta alguna vacuna en especial u otro tipo de prevención. Si se necesitan medicamentos especiales, no olvidarse de pedirle una receta de la droga genérica (que especifique que es para uso personal).
 
Seguro médico: lo más recomendable es contratar un seguro médico para los que viajen que ofrezca un servicio completo de atención, internación, enfermedades graves, terapia intensiva, cirugía, traslado sanitario, etc.,  y chequear clínicas en el destino. Hay planes de salud que ya lo incluyen o tarjetas de crédito que lo ofrecen dentro de sus beneficios. Conviene averiguar bien por cuánto tiempo es la cobertura, si hay que pagar un extra por los chicos, etc. 
 
Botiquín de viaje: tener a mano un buen botiquín para el viaje también es muy útil. Y en caso de niños que padezcan alergias, asma o alguna otra enfermedad crónica, incluir todos los medicamentos necesarios en él. No olvidar el teléfono del pediatra!

 

Documentación: ¿qué llevar?


Meses antes de salir hay que revisar bien la documentación para chequear vencimientos y actualizaciones, para ver si está en buen estado y, sobre todo, para no volverse loca a último momento cuando el tiempo apremia.

Lo mejor es destinar un sobre resistente al agua para guardar todos los documentos necesarios para el viaje porque si va dentro de la cartera todo puede pasar!.

En este listado “antiolvidos” están todos los documentos y papeles que se necesitan, dependiendo el tipo de viaje:
 

  • Para viajes fuera del país: libreta de matrimonio o partida de nacimiento del bebé o niño (que conviene plastificar para que no se arruine). Si va a viajar con uno de sus padres o con otro familiar, es necesaria una autorización firmada ante escribano o Juez de Paz. El Documento Nacional de Identidad (DNI) de todos los que viajen y, dependiendo el destino, el Pasaporte y la visa correspondiente.
  • Para viajes dentro del país, llevar los DNI y autorización correspondiente en caso de que el niño viaje con uno de sus padres o con otro familiar. 

 
Otros papeles para revisar:
 

  • Licencia de conducir, cédula verde y seguro del auto (no olvidarse de hacerle el chequeo mecánico correspondiente). Dependiendo el destino, averiguar previamente si se necesita una licencia de conducir internacional.
  • Carnets de la obra social o medicina prepaga y del seguro médico para el viaje. 
 
  • Fotocopia de la libreta de vacunación del niño.
  • Vouchers del lugar donde se van a alojar, recibos de pago, y, para mayor previsión aún, copia en papel del mail de confirmación y todos los datos de la persona o agencia con la que gestionaron las reservas. 

 
Por si acaso, llevar también un sobre con fotocopias de todos los documentos y papeles en algún lugar o bolso distinto al de los originales, y dejar uno igual en casa o dejárselo a un familiar, por si se pierden durante el viaje.
 
¿Todo listo? Entonces, ¡bon voyage!

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