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Vacaciones con otras familias: ¿qué tener en cuenta?

Vacacionar con otras familias puede ser una salvación, sobre todo si los chicos tienen edades similares, pero es importante tener en cuenta algunos aspectos antes de planearlas.

Irse de vacaciones con otra familia, sobre todo con hijos de edades similares, puede ser una gran oportunidad para afianzar lazos entre todos, para que los chicos hagan nuevas amistades o las fortalezcan y para que los adultos compartan momentos de disfrute entre ellos sabiendo que sus hijos también están disfrutando.   

Para aprovechar al máximo esta oportunidad, primero es fundamental asegurarse de que existan códigos comunes entre las familias, porque esta será la base para una buena convivencia, más allá de si van a casas separadas o no.

 

Una familia= una manera de criar


Cuando hay chicos de por medio, tal vez lo que más pesa en una convivencia o en momentos compartidos son los criterios de crianza. Aunque se tengan ideas o concepciones similares, siempre puede haber alguna diferencia en cuestiones como la alimentación, los horarios de sueño, el uso de la tecnología, los límites, etc. Lo importante en estos casos es saber respetar esos criterios y no tratar de imponer nada, pero que tampoco nos lo impongan.

Por ejemplo, si nuestros hijos tienen permiso para jugar con el celular, la tablet o la computadora en vacaciones y los de la otra familia no, no hay que insistir para que les den ese permiso, sino respetar, pero sin modificar con los propios hijos lo que se venía planteando hasta el momento y que funcionaba.

Se trata de un respeto mínimo que tiene que existir por las diferencias y los hábitos de los demás, aplicable a distintas situaciones.
 
Cada familia tiene una forma de criar a sus hijos, y por supuesto que todas cometen errores, pero lo fundamental es sentirse seguros, saber que estamos haciendo lo mejor posible con las herramientas que contamos y sostener esa crianza frente a los cuestionamientos, más que nada para no confundir a los chicos quitándoles en un momento las posibilidades que se le daban en otro.

 

Ponerse de acuerdo


Otra cosa que suele pesar en las vacaciones compartidas son los deseos de cada uno.

Si a veces es difícil acordar con la pareja, ni hablar cuando hay que hacerlo con otra familia. Una simple salida a comer puede significar una hora tratando de ponerse de acuerdo.

En estos casos, negociar ayuda a simplificar el asunto: “Hoy eligen ustedes y mañana podríamos ir a ese lugar que nos gustó a nosotros”, y así en cada caso. Un sorteo también puede sacarnos del paso ayudándonos a tomar esa decisión de una manera más relajada y lúdica.

La idea no es convertir las vacaciones en un campo de batalla donde cada uno quiera imponer sus deseos o gustos y forzar situaciones. Saber respetar y respetarnos, así como saber cuándo ceder, es clave.

 

Claves para una buena convivencia

 

Cuando la idea es compartir una misma casa en vacaciones, lo fundamental es establecer criterios de convivencia para que nadie se sienta incómodo y todos puedan disfrutar.

Es importante conversar previamente de temas como las compras, la limpieza, el orden, la cocina y cómo se van a distribuir estas tareas y los gastos. Mientras uno cocina otro puede encargarse de poner la mesa, otro de lavar los platos y así. Por supuesto que los chicos también pueden ayudar, siempre a la altura de sus posibilidades. 

Los horarios de sueño y de comida son otra de las claves, ya que hay familias que se despiertan muy temprano, otras que son más noctámbulas y se levantan después del mediodía, etc. Habrá que charlar sobre estos hábitos antes de irse de vacaciones para prever una buena convivencia.

Si las diferencias con la otra familia son muy grandes, en un futuro se va a ir dando un alejamiento natural, pero si es posible preverlo, hay que poner en la balanza cuánto se tiene en común y cuánto no. En muchos casos, el respeto por el otro y por las propias convicciones puede resolver pequeñas diferencias.


Asesoró: Lic. María Cristina Castillo, psicoanalista,
docente y supervisora de Pareja y Familia en la Institución Fernando Ulloa
 

Niños Psicología del niño y la familia Adolescentes Psicologia, educación y familia