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Leches vegetales: qué son y cómo se preparan

Las leches vegetales, también conocidas como “horchatas” son bebidas que pueden obtenerse a partir de cereales, legumbres, semillas o frutos secos y resultan una opción muy nutritiva para beber y para preparar.

Por diversas razones hay personas que prefieren consumir leches vegetales: por intolerancia a la lactosa, por alergia, para evitar los antibióticos y las hormonas que puede contener la leche de vaca, o por una decisión de evitar productos derivados de animales.

Entre las ventajas de las horchatas se cuenta el hecho de que son mucho más fáciles de digerir que la leche animal y aportan importantes nutrientes.

Pueden consumirse licuadas con frutas, con granola, con cacao, con café, son alternativas ricas y saludables para el desayuno o la merienda. Para cocinar, reemplazan perfectamente la leche de vaca.

Las leches vegetales deben guardarse en la heladera en una botella o jarra de vidrio y consumirse dentro de los tres días de elaboradas.


¿Cómo prepararlas?

Es muy sencillo preparar este tipo de leches. Solo se necesita una licuadora y algunos de los ingredientes que detallamos a continuación:

  • Leche de almendras: Colocar 100 gramos de almendras peladas en agua y dejar hervir durante un minuto. Colar y quitarles la piel marrón. Dejar toda la noche en remojo en medio litro de agua. Después de que haya pasado un mínimo de ocho horas, licuar o procesar muy bien. Dejar decantar diez minutos y utilizar. No apta para niños menores de un año. (Colar si se desea más líquida)
  • Leche de sésamo (rica en calcio): Remojar 50 gramos de semillas de sésamo en una taza de agua bien caliente durante toda la noche. A la mañana, licuar y endulzar con una cucharadita de miel. Perfumar con unas gotas de vainilla natural. Para uso infantil, conviene hervir las semillas uno o dos minutos y recién después dejarlas en remojo. . (Colar si se desea más líquida)
  • Leche de arroz: cocinar 1 taza de arroz integral en 1 litro de agua. Procesar y colar. Endulzar con miel y perfumar con vainilla o canela.
  • Leche de avena: 4 cucharadas de avena arrollada fina, 1 litro de agua. Seguir el mismo procedimiento que con el arroz.
  • Leche de soja: realizarla solamente con porotos de soja con certificación orgánica. Dejar en remojo una taza y media de porotos de soja durante toda la noche. Colar, descartar el agua de remojo y luego licuar con 6 tazas de agua. Colocar un colador de malla sobre una olla y, sobre él, un lienzo fino tipo tela de pañal. Ir volcando allí el licuado y removiendo con una cuchara hasta haberlo vertido todo. Tomar la tela por los bordes y presionar para exprimir el líquido. Hervir hasta que levante el primer hervor. Endulzar a gusto con miel y vainilla natural.
  • Leche de mijo: Licuar durante 3 minutos 1 taza de mijo crudo bien lavado, 4 cucharaditas de azúcar integral, 5 ½ tazas de agua caliente. Colar la mezcla igual que en el caso de la soja y utilizar.
  • Leche de quinoa: seguir el mismo procedimiento que con el mijo.


Es importante asegurarse que las personas que son alérgicas a determinados frutos secos no consuman este tipo de bebidas.

En el caso de bebés y niños, es conveniente conversar con el pediatra cuál es su postura sobre el consumo de leches vegetales antes de incluirlas en la dieta del niño. Además, hay que descartar previamente que el niño no sea alérgico a ninguno de los alimentos que se utilizarán para preparar estas horchatas.

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