“Fotos embarazosas”: el erotismo en el embarazo

Algo tan sexual como el embarazo muchas veces es despojado de erotismo por distintas razones cuando, en realidad, el erotismo constituye una fuente de placer y comunicación indispensable para la pareja y una conexión con el propio cuerpo, que en el embarazo sufre grandes transformaciones.

La sexualidad en este período -que, más allá del coito, incluye las caricias, los besos, los abrazos- aumenta la energía vital de la pareja, la acerca generando más confianza, disipando el miedo a perder al otro y los sentimientos de abandono, refuerza la autoestima en la mujer y libera endorfinas que contribuyen al bienestar del bebé intraútero. Además, el orgasmo, al liberar oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, bloquea el estrés y alienta el apego entre los integrantes de la pareja, en un momento en el que estar juntos es fundamental para el niño por nacer.

Todo esto sumado a que el parto es una experiencia sexual y que la capacidad de disfrutar sexualmente y estar en contacto íntimo con su propio cuerpo, provee a la mujer de más recursos para abordar ese momento.

Por todas estas razones y más, Viviana Tobi, psicóloga y sexóloga especialista en embarazo, parto y puerperio, decidió abordar el erotismo en el embarazo como tema para su nuevo libro “Fotos embarazosas”. En una charla con Planeta Mamá cuenta más detalles:

-¿Por qué creés que es importante demostrar que una mujer embarazada tiene deseos y puede disfrutar de la sexualidad como en otras etapas de su vida?
Porque de este modo ella se habilita a expresar sus sentimientos, tan presentes como en cualquier etapa de la vida, sin sentirse culpabilizada por esto.

Por eso es que en “Fotos embarazosas”, en lugar de las conocidas imágenes tiernas, ingenuas y casi infantiles con que se representa a la embarazada, se muestra la imagen de una mujer sensual, seductora, misteriosa, pícara, ardiente, provocativa, excitable. Fotografías que la revelan tomando la iniciativa, asumiendo su deseo, sus experiencias autoeróticas y resaltando sus exuberancias.

A través de estas imágenes se busca que la mujer pueda identificarse con ese aspecto de su persona tan presente como en cualquier otra etapa de su vida. Pueda habilitarse a disfrutar de su erotismo sin culpas ni tabúes, explorar sus misterios, estimulando tanto sus fantasías sexuales como las de su compañero/a.

Además, estas imágenes pueden servir para que la pareja mantenga el interés y entusiasmo sexual durante este período, estimulando el juego y la creatividad, sin sentirse culpabilizada por eso.

-¿Cuáles son los tabúes y culpas que empañan la sexualidad en el embarazo?
Nuestra sociedad ha intentado por todos los medios separar la maternidad de la sexualidad, poniendo a la primera en el lugar de lo sagrado y a la segunda exclusivamente al servicio de la reproducción. No pudiéndose ya justificar la práctica sexual durante el embarazo por razones reproductivas, su ejercicio en este período dejaría al descubierto su rol como productora de placer, considerándose de esta manera un “pecado”, según algunas concepciones religiosas occidentales.

Por otro lado, el hombre ve a su mujer en esta etapa como el  paradigma de lo materno, y esto lo remite a la imagen  de su propia madre con la que se le está prohibido asociar cualquier tipo de experiencia sexual. Se les ha hecho creer a los niños que sus padres hicieron el amor solo para concebirlos. Según esta creencia, los padres, y sobre todo las madres, no deberían tener actividad sexual más allá de la imprescindible como para gestar. De allí que el erotismo y lo sexual en el embarazo pasa a ser una actividad tabú.

-¿Cómo retratan estas “Fotos embarazosas” al erotismo durante el embarazo?
La intención es que las fotografías reflejen diferentes perspectivas y estéticas de lo erótico, por lo que  fueron incluidas tanto la versión de un erotismo que sigue los cánones culturales de nuestra época, con sus reconocibles símbolos, como la del que se sale de esos márgenes,  alejándose de lo que vulgarmente nuestra sociedad de consumo considera como objeto erótico, explorando su propia singularidad.

Para que las embarazadas dejen de ser vistas por sus parejas solo como las futuras madres de sus hijos y se animen a encontrarse con la mujer sexy que se oculta tras esa imagen pasteurizada de lo femenino, fueron seleccionadas 120 imágenes que se apartan del tipo de material pornográfico con embarazadas que circula online o en películas de ese género. Y si bien las imágenes constituyen el corazón de esta publicación, están acompañadas por textos breves y versos con los que dialogan, enriqueciéndolos con nuevos sentidos: